jueves, 9 de mayo de 2013

La moda, los vaqueros y yo

El haberme hecho eco de la convocatoria de la jornada de mañana: Granada está de moda, me ha reportado una alegría, y es que 2.55 Moda y Comunicación - que es la empresa que lo está organizando, junto con el Ayuntamiento de Granada - ha tenido a bien invitarme a un encuentro bloguero que se celebrará en paralelo e inmerso en el acontecimiento.
Tengo que reconocer que el haber empezado un blog no significa que estés considerándote tú mismo un bloguero, es más, de pronto hasta te sorprende, y no ubicas el motivo de que a tí te inviten a un "encuentro bloguero" y luego te da el subidón de felicidad cuando "descubres" que, bueno, estrictamente hablando lo eres: ¡Hala, que soy una bloguera!



Esto de dedicar un poco (o bastante) de tu tiempo libre a crear una página en internet te da de vez en cuando subidones de autoestima. Mientras creaba HadaLuna lee tuve varios de ellos, como cuando la ví listada entre los enlaces del H.C. Andersen Centret, el centro de referencia sobre estudios de Hans Christian Andersen (dependiente de la universidad danesa) o cuando el concejal de educación de Odense me animó a visitarlos con motivo de la celebración del 200 aniversario del nacimiento del autor, o cuando me llegó un correo de donde tenía alojada la página contándome que ni siquiera el día del atentado a las Torres Gemelas habían faltado las visitas a HadaLuna desde Nueva York.

Pues ya veis, las web o los blogs a los autores, son como los hijos a los padres: Mucho trabajo, pero de vez en cuando te dan una satisfacción que te lo compensa todo :-)

Yo espero que este modesto blog que aún está empezando me dé muchas satisfacciones. De momento lo de la invitación ha sido una de ellas... Aunque voy a declinar, porque la intríngulis del asunto es que es un evento básicamente de moda, que yo gustosamente os trasmito, porque es bueno para el comercio, para la ciudad, para los consumidores, que somos nosotros... Pero la moda y yo, tengo que reconocer que no caminamos juntas. Ni siquiera caminamos en paralelo :-(

iempre visto pantalón vaquero, o de lino o alguna tela fresquita en verano y hace años que no me pongo falda mmmm a ver, sí, creo que, quitando dos o tres vestidos que he llevado en bodas o comuniones estos últimos años, la última falda que me puse para vestir de diario fue hace veintiún años. Me gusta la comodidad del pantalón vaquero, aunque sospecho que esta manía mía también debe mucho al hecho de que fui la última de todos mis grupos de amigos a la que sus padres le compraron un vaquero en su juventud.


Principios de los setenta, con los vaqueros en pleno auge como símbolo de la juventud inconformista y libre, con una marca española, Lois, de fama mundial y que de hecho llegó a estar considerada la cuarta marca de vaqueros del mundo ¡qué hasta la publicitaba ABBA!, y a mí no había forma que me compraran unos vaqueros, hasta que, mientras todos mis amigos llevaban años tirando de Lois, Levi's o ya, el no va más, de Wrangler, con catorce años conseguí unos ROK que, aún recuerdo, costaron 400 pesetas y porque no había otros más baratos, que si llega a haber... Que no sabía si ponérmelos o guardarlos en un altarico y adorarlos a la vuelta del colegio.
Bueno, a esa disyuntiva también contribuyeron mis padres y la famosa frase "a ver ahora como los cuidas", como si fuera una tele de plasma ¡caramba! que los vaqueros están precisamente para usarlos hasta destrozarlos. Total, que mis vaqueros eran como antiguamente el comedor en las casas, que se usaba solo en ocasiones especiales y el resto del tiempo permanecía cerrado. Así estaban, en el cajón, a la espera de una salida "especial" del grupo de amigos con la esperanza de que se mantuvieran nuevos durante muchos años. Y me duraron ¡vaya si me duraron! se vinieron conmigo a Granada a los 17 y aún tuvieron que acompañarme un año más hasta que empecé a trabajar con 18 y con mi segundo sueldo (con lo que me daban mis padres después de entregarlo íntegro en casa, que eran otros tiempos) me compré otros.

En fin, que creo que ese pequeño trauma de juventud puede tener mucho que ver con el hecho de que ahora siempre, pero siempre, siempre, voy en vaqueros y además me gustan los pitillo y eso es lo que hay, me da igual por donde vayan las tendencias, salvo porque en épocas en que no se lleva ese tipo de vaquero, es mucho más difícil encontrarlos, pero tampoco es mucho problema porque la ropa, conforme vas cumpliendo años te va durando más. Será porque por fin empiezas a interiorizar el "a ver ahora como los cuidas" :-D
Por eso el concepto de moda es algo que afecta solo al resto de los mortales y es por lo que me temo que, en este evento bloguero en concreto, estaría como chancho en misa, que dirían los peruanos, o como gallina en corral ajeno, que diríamos aquí, aunque lo del cerdito en la iglesia me trasmite una imagen mucho más acertada de lo fuera de lugar que podría estar ;-)

En fin, que no voy a este encuentro bloguero... ¡Espero que haya otros a los que ir!. Pero eso no quita que nos veamos por ahí mañana noche, comprando alguna prenda.
♥ ♥ ♥

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