miércoles, 30 de enero de 2013

Equilibrando el presupuesto: El tinte

Tengo que hacer una confesión: Ayer le fui infiel a mi peluquera.
La verdad es que en veintitantos años que llevo con ella solo le he sido infiel en tres ocasiones. Con ésta cuatro. Pero me temo que a partir de ahora va a ser un poco más frecuente, y mira que lo siento, porque esto de la crisis es como los montajes de dominó, cae una ficha y arrastra a otra y a otra y a otra... Ya me lo dijo la dueña de la tienda donde a veces compro comidas preparadas cuando se enteró de mi despido: "Lo siento por ti y también por mí, porque ahora vendrás menos a comprar" Y tenía toda la razón, muy a mi pesar.
El caso es que estamos a final de mes y tenía que equilibrar el presupuesto... Que dices: Pues sí que tienes tú un presupuesto fino que lo equilibras con 27 euros que te ahorras de peluquería... Pero eso es lo que hay. Este mes, el tinte, de Mercadona a 3,95 eurillos.

Nunca he echado más de menos a una persona que lo que la eché de menos a ella durante la hora que estuve pringada con lo del tinte. Por cierto, mis respetos a todas las mujeres que se tiñen en casa ¡Qué valor y qué mérito! porque la cosa parece fácil: Te pones los guantes, mezclas los tubitos, te lo echas en la raíz, esperas 20 minutos y luego echas lo que queda en las puntas y esperas otros 10 minutos. Lavar, aclarar, lavar, aclarar y listo.
¡Ea, ya está!
Primero: No es tan fácil echarte algo en la raíz del pelo sin pringarte la mitad de la cabeza.
Segundo: Procura tocar la pasta solo con una mano porque luego tienes que pasar 20 minutos esperando y, al menos que te quede la otra mano libre, como poco para poder coger la taza de café y la tostadita y desayunar durante la espera y eso si ya tienes preparado el desayuno de antemano. Pero llevas guantes y uno de ellos está pringado, así que olvídate de hacer mucho más...
Tercero: Llega la parte de embadurnarte todo el pelo y, como no lo lleves cortito, tienes dos opciones para que no se te manche el jersey o lo que lleves puesto.
a) Te pones una toalla que va a quedar guarrísima toda llena de manchas de tinte, porque el pelo tiende a caer hacia los hombros. Es una ley física bastante lamentable en este caso. También puedes ponerte un gorrito de plástico, pero entonces te pringarías el guante limpio y no podrías hacer nada durante 10 minutos (porque aún los necesitas para el primer lavado)
b) Si has tenido la precaución de ponerte algo que puedas quitarte con facilidad, te encierras en el cuarto de baño y te lo quitas antes del embadurne, y ahí te quedas, 10 minutos medio desnuda con el pelo pringoso empeñándose en caerte sobre los hombros y sin poder hacer nada aparte de mirar el reloj y desear que los diez minutos pasen en cinco, que va a ser que no.
Y entonces es cuando te acuerdas de lo bien que extiende el tinte tu peluquera y lo agusto que estás charlando con ella o leyendo las revistas de cotilleos... y ese momento Lavado De Cabeza, así, con mayúsculas, con ese masajito que te deja relajadísima y disfrutando como Merryl Streep en Memorias de África... y te dices: ¡La última vez que me tiño el pelo en casa, que total por ahorrarme 20 euros!

La verdad es que me quedó muy requetebien. Que no es que yo sea feliz con poca cosa, es que no me hice ninguna barbaridad, ha quedado muy parejito y realmente me veo bien. Es más, ayer era el cumple de mi hermano Jose, que nos invitó a café y tarta y todos dijeron que me había quedado estupendo :-D
Así que me temo que no será la última vez.
♥ ♥ ♥

2 comentarios :

  1. Ufff... Acabo de hacer un comentario al respecto pero...o se ha perdido sin más, o le he dado a la tecla equivocada, así que intentaré agilizar mi memoria y reproducir lo anteriormente escrito.
    ... Leída tu confesión, digna de la más benévola de las sentencias, ya que a fin de cuentas, la parte probatoria de tu infidelidad con Isa ha quedado sobradamente justificada, convendrás conmigo que, vivida la experiencia, a veces ese poco para ser feliz puede consistir en rascarse los bolsillos, mientras se pueda, en busca de esos eurillos que cuesta el placer de disfrutar de una conversación instruida con tu peluquera mientras ella pinta sobre tus cabellos a modo de lienzo con fantásticos tintes a modo de oleos...jejeje.
    Sin duda, me alegro de tener el pelo más corto que un Marine en el Golfo y, además de ello pasar del color que este tenga, cana arriba o cana abajo.
    Ah! Sirva decir en tu beneficio que efectivamente conseguiste unos resultados más que buenos y que nadie diría que para ello las habías pasado canutas.

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    Respuestas
    1. Pues sí, pues sí. Tienes mucha razón. Después de la experiencia ya ví yo que para siempre no iba a ser. El mes que viene va a haber que pensar otras formas de equilibrar el presupuesto (como bien dices, mientras se pueda...) y así las dos seremos un horita más felices :-)
      Gracias por comentar, ¡apañao! y para la próxima selecciona y copia antes de responder, que los formularios estos de vez en cuando gastan malas pasadas :-(

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