Bueno, después de algunas horas trasteando aquí y allá, porque a día de ayer no tenía ni idea de cómo funcionaba un blog, creo que ya he conseguido limpiar un poco el polvo, pintar las paredes, poner dos o tres muebles y poder al menos abriros la puerta y que no os encontréis con un inmenso agujero vacío.
☺ Por hoy os tendréis que conformar con esto. Los que me conocéis ya sabéis, por cómo está mi casa, que minimalista... lo que se dice minimalista... va a ser que no soy, así que ya lo iremos llenando... Espero que abarrotando. Yo, al menos, tengo puesta toda mi ilusión en que el espíritu del blog sea el lema que le da título y cuando estemos felices lo compartamos aquí y cuando estemos desanimados vengamos aquí a encontrar esa chispa de felicidad que nos hará seguir en la brecha. Espero vuestra ayuda, espero un aluvión de comentarios y espero que seamos todos capaces de sentir que se puede ser feliz con poca cosa.
Enhorabuena!! Tu aprendes muy rápido, ehhh. Seguro que en nada, está el rincón lleno! Besitos!!
ResponderEliminargracias wapissssma!!! Aún no sé cómo poner muchos corazones, De momento imagina que te los mando :)
Eliminar♥♥♥♥♥♥♥♥ (Alt+3, el del teclado numérico)
ResponderEliminarMuackksssssssssss
Me alegro de que estés construyendo "una casa" en la que se van a poder compartir tantas cosas y, naturalmente, cada vez que pueda te haré una visitilla.
ResponderEliminarNo sé si podré aportar algo,aunque da por hecho que lo intentaré, pero para mí es suficiente con lo que tu me aportas...
Un besico y suerte en esta andadura.