Bueno, ya se ha acabado la semana del Corpus. Otro año que los granadinos han hecho honor al mandato de los Reyes Católicos y a la voz de "¡Granadinos, disfrutad como locos!" han llenado las casetas y abarrotado el ferial... Aunque como siempre, luego dirán que cada vez hay menos gente y que esto no es lo que era.
Lo que era, desde luego que no. Cuando nos vinimos a Granada - en 1975, para más señas- el ferial estaba en plena ciudad, más concretamente las casetas en el Paseo del Salón y los
caballicos en el del Violón - que era justo donde vivía mi familia. Las casetas estaban montadas durante dos semanas y los
caballicos, las tómbolas y demás atracciones de feria, incluyendo la mujer barbuda, la mujer serpiente y el vocero feriante que instaba a los paseantes a entrar a conocerlas, permanecían en el Violón al menos una semana más, que podían ser dos, para completar el mes.
Que no dormías en varias semanas, sí. Pero a cambio, volvías a casa de trabajar y, como te pillaba en el camino, pues te metías en la feria y la disfrutabas.
Luego se llevaron el Corpus al Ferial, en la otra punta de Granada, y los que perdieron horas de sueño fueron otros, aunque cada vez menos, porque la feria fue menguando y menguando hasta quedarse en la semana que es ahora.
Pero como el Corpus es una fiesta móvil
(el Jueves de Corpus Christi es otra de las muchas fechas que dependen de la Semana Santa. Para saber qué día será hay que contar 60 días desde el Lunes de Pascua), este año, a los más fiesteros les ha venido Dios a ver porque más de uno ha hecho un combo y de cerrar las casetas ayer domingo aquí en Granada, se fueron directamente -sin esperar a hoy lunes- a la costa, que esta noche es la víspera de San Juan y en muchos lugares del litoral, como en Almuñecar, sin ir más lejos, es fiesta grande y la noche más larga del año... Y es que la gente se resiste a retomar la rutina ¿por qué será? :-D
Para los que no sois de Granada, os cuento que aquí la semana del Corpus gira en torno dos pilares fundamentales que marcan los puntos álgidos de la festividad: El miércoles de Corpus a las 12:00 sale del Ayuntamiento a lomos de un dragón,
la Tarasca, o Pública de las fiestas, que supuestamente luce la moda puntera del año en curso y acompañada en su desfile por gigantes y cabezudos da inicio a los días festivos.
Como todos los años, y por más que la vistan modistos de renombre, la Tarasca va de fea a feísima y de ahí a lo siguiente, según el modelito, pero da igual, porque Granada entera se echa a la calle para verla pasar.
Y el jueves, ya en un entorno mucho más religioso, se celebra la
procesión eucarística del Corpus Christi, en la que la Custodia sale de la Catedral y recorre las principales calles del centro de la ciudad, acompañada de autoridades tanto eclesiásticas como civiles y de media Graná que vuelve a echarse a la calle para verla pasar.
Este año, el jueves de Corpus, más de un granadino tenía el corazón dividido dudando:
¿Qué hago, voy a la procesión del Corpus o me quedo en casa viendo la Coronación de Felipe?
Yo no tenía dudas. Será que cada vez me parezco más a mi madre, pero encendí la tele en el momento en que la nueva princesita de Asturias salía al encuentro de su padre en la puerta y lo abrazaba con gesto de decir
¡jooo pero que pesado es esto! ¿Cuándo nos vamoooossss? y luego fue ver a la nueva Reina Doña Letizia hacerle a su marido un cariñito al subir al coche, como diciendo
¡ayyyy mi hombre! y ea, ya toda la mañana echada por alto.
Decía
Bono (el político -no el cantante- el que fue presidente del Congreso de los Diputados, presidente de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha y Ministro de Defensa):
Yo no era monárquico pero me he ido haciendo.
Verdad, verdadera, como dice el anuncio. No hay mucha gente que nazca monárquica, fuera de la familia real... bueno, y de mi madre, que sí que es posible que sea monárquica de nacimiento, sí. Al resto de gente, nos ha ido convenciendo, con sus actuaciones, lo que hemos visto en el Rey Juan Carlos y lo que intuímos que vamos a ver en su hijo.
Que sí, que no discuto que esta gente vive en la opulencia a costa del dinero de los españoles... pero a mí que se dejen de zarandajas, que también viven en la opulencia la mitad de los políticos que tenemos y, si tengo que elegir, prefiero mil veces que en el exterior a España la represente Felipe, Juan Carlos o Sofía en lugar de Ana Botella, Rajoy, Aznar, Zapatero y demases. Al menos la familia real habla un inglés perfecto (y varios idiomas más) y, le pese a quien le pese, ha estudiado para ello. Que un Rey nace, pero también se hace, y este se ha preparado pero que muy a conciencia.
El caso es que al día siguiente salió en prensa la primera reunión de nuestro nuevo monarca,
Felipe VI -que me perdonaréis pero a mí me suena más a nombre de papa- y Rajoy, y me pasó como al de ese otro anuncio: Yo... no lo veo.
No es que no lo vea de rey, es que se me hace raro. Rarísimo. Que, como decía un periodista cuando estaban esperando que la nueva familia real saliera a saludar al balcón del Palacio Real:
Es que a este rey lo he visto nacer.
El día de la abdicación de D. Juan Carlos, empezó a circular por las redes un tweet que decía:
Madre mía: He visto cuatro presidentes del gobierno, tres papas, dos reyes... y solo un presentador de Saber y Ganar
Alguien lo mandó al wasap del grupo de amigos y, claro, en cuanto dejas de reirte y de pensar ¡anda que no es verdad!, empiezas a echar cuentas y resulta que los números se te quedan cortos. Es lo que tiene tener una edad.
Que tú has visto seis presidentes de gobierno, un generalísimo además de los dos reyes, y seis papas. Bueno, en rigor, el primero de los seis papas que contabilizo, se murió cuando yo tenía 10 meses. Era
Pío XII, pero no tengo más remedio que contarlo, porque en casa de mi abuela, un retrato suyo presidía la habitación en la que yo dormía y, si veis su foto en el enlace a la wiki, comprenderéis que dormir bajo su mirada no animaba a tener dulces sueños. Y a partir de ahí, que cada uno cuente los que ha visto.
Me alegra pensar que me ha tocado vivir momentos históricos: Papas que renuncian, reyes que abdican... ¿Qué nos deparará el futuro? A juzgar por las nuevas "incorporaciones",
el papa Francisco,
el rey D. Felipe, creo que va a ser un futuro prometedor.
♥ ♥ ♥